Damos todo nuestro potencial a un amor intenso, entregandolo todo, partiendonos el alma para dar y dar esperando aunque sea migajas de esa persona y cuando las recives son el tesoro mas grande y bello de todo el planeta Tierra.
Pero cuando nos damos cuenta que es asi como nos entregamos y luego nos tiran al suelo como papeles viejos con mentiras, abusos y exigencias no merecidas parece que el mundo se te fuese en contra y te pesaran los hombros de tristezas y ansiedades.
Encontramos a alguien que nos valora, nos regala su mejor sonrisa y nos convierte un dia lluvioso en un dia con un sol brillante, lleno de aventuras y gratos momentos, pero te das cuenta que ya no es lo mismo que antes, donde entregabas a la otra persona todo tu potencial y tu energia.
Parece como si te gastaras, como si tus pilas de amor se hallan disminuido de tal manera que te cansas rapido al correr con esa otra persona que quiere entregarse y se entrega como tu lo hacias antes, con potencial.
Te da tristeza por no corresponderle de la misma forma, con la misma ilusion. Piensas que te quedas sin aire, que necesitas respirar libremente, libre sin nadie, pero te llenas de angustias cuando sabes que perderias a ese ser especial y nuevo que ha llegado en tu vida.
Entregas migajas como lo hicieron contigo, pero eso no es lo que quieres entregar, quieres entregar mas y mas pero parece como si no tuvieses mas que entregar o por lo menos soltar ese amor y aprecio que tienes.
Te detienes un dia para pensar y te aborreces hasta de ti misma. Tu sonrisa intenta salir de tu boca y no sale porque esta muy profunda en tu corazon lleno de heridas y sentimientos por esa otra persona que ni siquiera merece tus lagrimas por ser tan incredula de romperte el corazon en pedazos y derrumbarte tus ilusiones en solo un segundo. Quisieras desearle todo el mal del mundo y ahogar sus esperanzas pero no puedes, no puedo, porque esta aun ese sentimiento, ese maldito sentimiento que quiero enterrar y pegarle un tiro.
Y te refugias en esa otra persona que lo que hace es entregarte sus mejores aprecios y ternuras, su amor. Y lo agradeces con esmero y no le dejas de dar las gracias por existir, pero mueres por dentro, te pudres por dentro por no poder ser y entregar lo que antes era sencillo hacer.
Tengo esperanzas de lograrlo, pero necesito tiempo y espacio, tengo esperanzas de lograr lo inesperado.
No entregar migajas de pan.
